Durante años hemos ido dejando atrás algunos hábitos del desayuno que parecían inamovibles. Adiós al zumo de naranja exprés, que supuestamente perdía sus vitaminas si no se tomaba de inmediato, y al clásico vaso de leche con cacao repleto de azúcar.
Sin embargo, algunos vestigios de aquellos desayunos de la infancia siguen presentes en nuestras rutinas adultas, en forma de cereales procesados y galletas. Muchos aún los consideran opciones válidas para empezar el día, pero los expertos son contundentes: si buscamos un desayuno saludable, es hora de pasar página.
Noticia publicada en Elespañol.com el 27 septiembre de 2024.